Comenzar con la actitud hacia la matemática

A medida que observa su entorno, puede notar aspectos de geometría, álgebra, medición y números. La matemática es probablemente una parte de sus rutinas diarias, por ejemplo:

• salir para el trabajo en un momento específico
• pesar fruta en el supermercado
• decidir cuánto dar de propina en un restaurante

Las interacciones que tiene con la matemática en sus rutinas y entornos cotidianos pueden influir en cómo se siente y piensa acerca de la matemática en general.

Su actitud hacia la matemática puede afectar sus interacciones con otros adultos, como padres y maestros, así como con los niños. La investigación muestra que las actitudes hacia la matemática de los adultos desempeñan un papel importante en las experiencias tempranas de matemáticas de los niños.

• Valor de las matemáticas: los adultos que son más conscientes de la importancia de las matemáticas en la primera infancia tienden a pasar más tiempo usando matemáticas con los niños (Sonnenschein et al., 2012).
• Actitudes y creencias matemáticas: Los adultos que tienen sentimientos y creencias matemáticas más positivas pueden ayudar a los niños a desarrollar sentimientos y creencias de matemáticas positivos también (Beilock et al., 2010; Boaler, 2015).

Cuando los adultos modelan palabras y acciones positivas sobre las matemáticas, pueden ayudar a difundir el mensaje de que las matemáticas son para todos, independientemente del género, la raza, la cultura, el origen étnico, la capacidad, el idioma o el estatus socioeconómico (Boaler, 2015).

Su actitud hacia la matemática está formada por su entorno y experiencias vividas. Cuando era un niño pequeño, puede haber experimentado las matemáticas a través de rutinas diarias y juegos o mediante actividades matemáticas en el hogar y la escuela. Puede haber recibido mensajes—directa o indirectamente—de otras personas sobre cómo se sienten y piensan acerca de las matemáticas.

Sus primeros recuerdos sobre matemáticas pueden incluir algunos o todos los siguientes:

• éxito, entusiasmo y crecimiento
• experiencias con adultos a los que les encantaba las matemáticas
• fracaso, miedo y vergüenza
• experiencias con adultos que se sentían ansiosos o poco entusiasmados por las matemáticas

Cuando las personas sienten miedo o experimentan una mayor actividad fisiológica -como un aumento de la frecuencia cardíaca o sudoración- en situaciones que tienen que ver con matemáticas, pueden estar experimentando ansiedad matemática (Luttenberger et al., 2018).

Un estudio de 2019 exploró la ansiedad matemática entre una muestra grande de adultos de habla inglesa en Estados Unidos (Hart & Ganley, 2019). La mayoría de los adultos informaron niveles leves a moderados de ansiedad matemática. Aunque estos resultados revelaron varias explicaciones posibles, un resultado clave es que muchos de los participantes del estudio atribuyeron su ansiedad matemática a estar expuestos a un padre o maestro con ansiedad por las matemáticas. Este resultado envía un mensaje claro: ¡las actitudes de los adultos hacia la matemática son importantes!

Los sesgos implícitos son actitudes y creencias que formamos sin saber conscientemente que las hemos formado. Estos sesgos pueden afectar las expectativas, decisiones e interacciones matemáticas. También pueden conducir a comportamientos que refuerzan los estereotipos.

Los estereotipos suelen basarse en sesgos sobre el género, la raza, la cultura, el origen étnico, el idioma, la situación socioeconómica, la discapacidad y otros factores.

Los facilitadores pueden combatir los estereotipos matemáticos negativos apoyando a los maestros a:

• ofrecer oportunidades de aprendizaje lúdico a todos los niños, por ejemplo, invitar a los niños al centro de juegos dramáticos o a las niñas al área de bloques
• tener muchas expectativas para todos los niños, independientemente de su origen (edad, raza, etnia, idioma, género y capacidad)
• ofrecer experiencias de aprendizaje significativas con diferentes puntos de entrada para aprovechar las fortalezas y satisfacer las necesidades de todos los niños, incluidos los que tienen discapacidades o necesidades diferentes

Estos comportamientos pueden reforzar la idea de que todos pueden aprender matemáticas y desarrollar actitudes positivas en matemáticas.

Sus sentimientos y pensamientos sobre las matemáticas están formados por sus experiencias vividas. Como tal, incluso las actitudes hacia la matemática de los adultos pueden cambiar. Las nuevas experiencias matemáticas pueden cambiar la forma en que se siente y piensa sobre las matemáticas.

Pensar sus experiencias y su actitud como facilitador de aprendizaje profesional puede cambiar la forma en que involucra a otros en su aprendizaje de matemáticas. Reflexionar y reconocer las maneras en que su actitud puede impactar a otros le ayudará a apoyar a otros para desarrollar una actitud positiva hacia la matemática.

Las siguientes son algunas estrategias para desarrollar actitudes positivas hacia matemáticas:

• Observe cómo ya usa las matemáticas en su vida cotidiana. Por ejemplo, cuando cocina, utiliza cucharas y tazas para medir los ingredientes. También podría estimar los ingredientes al añadir "una pizca de esto" o "unos cuantos puñados de eso". En ambos casos, ¡está usando matemáticas!
• Pause, observe y nombre sus sentimientos sobre las matemáticas. Si se siente frustrado, podría tomar un descanso y considerar la fuente de sus sentimientos. También puede pedir ayuda a alguien o encontrar recursos para ayudarle a abordar el problema matemático de una manera diferente.
• Tómese tiempo para reflexionar y escribir un diario sobre las fortalezas o preocupaciones relacionadas con las matemáticas. Los estudios muestran que la escritura expresiva y los ejercicios reflexivos pueden aumentar el rendimiento de los estudiantes ansiosos en situaciones de pruebas de matemáticas. (Park et al., 2014).